DN.- ¿Qué evolución ha registrado el canal de Moderna Distribución en el último año? ¿Y el segmento al que representa su asociación en particular?
De acuerdo con los datos de mercado, el crecimiento de las ventas en gran consumo fue del 2,7% en 2016, fundamentalmente gracias al mayor volumen de ventas, especialmente de productos envasados, ya que el pasado año la inflación en nuestro sector fue muy moderada. En el primer trimestre del año los datos siguen siendo positivos con un crecimiento del 3%.
Dentro del conjunto de operadores, el formato de supermercados que representamos ha sido muy dinámico tanto en ventas como en nuevas aperturas.
DN.- ¿Cómo está afectando el estancamiento demográfico al mercado y al consumo de alimentación? ¿Y el envejecimiento de la población?
Aunque el estancamiento de la población no es una buena noticia para ningún mercado, en nuestro caso el impacto es menor que en otros sectores. En cuanto al envejecimiento de la población, surge una oportunidad en nuestros establecimientos para ofrecer una diferenciación en la oferta para este tipo de público, ya sea por gama de producto o por la propia experiencia de compra, facilitando por ejemplo los servicios de recogida en tienda o entrega a domicilio.
DN.- ¿Cuáles son los principales rasgos que definen al consumidor actual?
Las tres tendencias que se han consolidado en los últimos años han sido la omnicanalidad, la demanda de nuevas gamas de productos y el compromiso con el medio ambiente. En este sentido, nuestros asociados están trabajando en la mejora de la experiencia del cliente, en estrategias conjuntas con productores o en políticas medioambientales en todos los procesos empresariales de su actividad, apostando por la economía circular.
DN.- ¿Cuáles son, a su juicio, los factores que el consumidor está valorando más a la hora de adquirir productos de alimentación en general?
La innovación es vital, y debe estar en todos los procesos de la distribución, desde el campo y la fábrica, hasta el momento del consumo. El consumidor actual está más informado y es más exigente de lo que ha sido nunca. Además, está abierto a cualquier innovación que en definitiva mejore su calidad de vida. Un buen ejemplo es el alto grado de penetración que han adquirido los productos ecológicos, para dietas especiales o alimentos funcionales, entre otros. Asimismo, el consumidor es cada vez más sensible, tanto a la información vinculada a las cualidades del producto, como a las formas de producción, y por eso nuestros asociados están actuando de una manera muy proactiva en esta labor.
DN.- ¿Qué lugar ocupan para el consumidor actual los productos de impulso en la cesta de la compra?
Nuestros asociados siempre han comprendido la importancia de los productos de impulso en la cesta. Actualmente, esta gama ha evolucionado para dar respuesta a la mayor exigencia de salud que demanda el consumidor actual, y soluciones como productos horneados o los clásicos frutos secos, se han consolidado en la mente del consumidor como parte de una dieta sana y equilibrada.
DN.- ¿Qué características del punto de venta valora el consumidor? ¿Cuáles son las próximas tendencias en formatos comerciales?
La innovación en la distribución debe estar muy orientada a mejorar la experiencia de compra de sus clientes, incorporando masivamente la tecnología y cubriendo los distintos momentos de compra y consumo. Las tiendas evolucionan constantemente. Las instalaciones son cada vez más eficientes energéticamente y permiten una mejor comercialización de productos refrigerados, y además son cada vez más sostenibles. Las tecnologías están cada vez más presentes en los supermercados, en la gestión de las cajas, en los sistemas de pago y en la información al consumidor.
DN.- La omnicanalidad está marcando los planes de negocio de las empresas de gran consumo ¿Qué estrategias están llevando a cabo las compañías del sector para adaptarse a esta nueva tendencia?
Nuestros asociados hace mucho tiempo que comprendieron que las nuevas tecnologías, sobre todo en nuestro país, se filtran y alcanzan a todos los estratos de la sociedad y personas de cualquier edad. España es el segundo país mundial en penetración de smartphones y el 82% de los hogares tiene internet. Esta realidad, sumada a la capacidad de las redes sociales para influir directamente en las decisiones de compra del consumidor, les llevaron a desarrollar, cada una de acuerdo con su propio modelo comercial, procesos de innovación que dieran soluciones a la demanda de omnicanalidad que existe hoy y que cada día va a más.
El poder de lo digital ha servido para mostrar una vez más la capacidad de nuestro sector para aceptar las demandas que plantean los consumidores. Lo que se presentó como un reto lo convertimos en una oportunidad para ir más allá en la relación con el cliente que, además, ha servido para poder asumir el verdadero desafío, compatibilizar el canal físico y el online, para estar presentes en todos los momentos de consumo.
DN.- ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta actualmente el comercio en nuestro país?
El principal reto es conseguir un sector sostenible desde el punto de vista social, económico y ambiental. Nuestra actividad debe contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, colaborar con la cadena de suministro, introduciendo innovación y nuevas tecnologías y desarrollar múltiples estrategias en el ámbito medioambiental que van desde el reciclaje hasta la eficiencia energética de las instalaciones y del transporte. Como ya he comentado, junto a esta sostenibilidad, innovación y omnicanalidad completarían los grandes retos del comercio.
DN.- ¿Cuál es la palanca de crecimiento del gran consumo?
La principal palanca no es otra que el consumidor. Solo conseguirán crecer las compañías que tengan en este nuevo consumidor su eje central, consiguiendo profundizar en su relación y comprendiendo y dando solución a una exigencia en la experiencia de compra y demanda de información cada vez mayor. En este sentido, la potencia que ofrece el tratamiento de los datos sobre preferencias y necesidades de los consumidores está a medio explorar. A través de las tecnologías del “big data” se va a poder analizar una gran información que ayudará, sin duda, a mejorar y adaptar la oferta comercial.
Por otro lado, este esfuerzo de las empresas debe ser acompañado por la mejora de la competitividad de la economía española como única forma de consolidar la recuperación. Entre otras medidas, reducir las cargas fiscales y sociales de las empresas, en un marco con mayor seguridad jurídica; profundizar en la reforma laboral para acercar la negociación colectiva y la contratación a las circunstancias concretas de los sectores; o una liberalización de las actividades económicas que reduzca las cargas burocráticas, y garantice la libre y leal competencia. Las restricciones y trabas que sigue teniendo nuestro sector en materia de licencias de apertura u horarios comerciales son anacrónicas e injustificadas, cuando se está compitiendo con operadores globales en internet disponibles las 24 horas del día.
DN.- ¿Cómo terminará el año 2017?
Nuestras cadenas asociadas son optimistas. Apuestan por nuestro país y cada una de las regiones donde tienen presencia física y están poniendo todo de su parte para que el crecimiento vaya a más. Finalizamos el año con perspectivas positivas y estamos seguros de que con el comienzo de 2018 estas se seguirán.
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