“China no será capaz de erradicar la peste porcina antes de tres años”. Así lo vaticina Ferrán Juncá, director gerente de Juncá Gelatines y miembro de la asociación europea GME (Gelatine Manufacturers of Europe), alertando de que la situación “seguirá afectando al alza de los precios de la gelatina e, incluso, puede provocar escasez de esta materia prima en los mercados”.
En concreto, esta fuente señala que el precio de la gelatina “ha pasado de una horquilla de 4,5-5 euros por kilo a principios de año a alcanzar en septiembre/octubre los 6,5 a 7 euros kilo“. De hecho, “la piel o corteza de cerdo -base para la elaboración de gelatina- ha pasado de 0,25 a 0,70 euros/kilo”. Considerando que para la obtención de un kilo de gelatina se requieren unos seis kilos de corteza de cerdo, “esta variación en el precio encarece mucho el producto final”, señala Juncá.
Además de los efectos de la peste porcina africana, que han provocado una notable escasez de carne de cerdo en China y, por tanto, a nivel mundial, otro factor que afecta a la menor disponibilidad de piel de cerdo es su creciente empleo en productos alternativos como es el colágeno. “Se está produciendo un enorme incremento de la demanda de colágeno para uso nutricional, y eso también afecta a la disponibilidad de materia prima para la elaboración de gelatina”, añade esta fuente.
Cortezas y torreznos, otros sectores afectados, además de la gelatina
El problema que supone que la cabaña porcina del gigante asiático viva un brote de peste está haciendo estragos en los precios de esta materia prima en todo el mundo, dejando damnificados en diversos sectores, además del citado de la gelatina, como son las compañías fabricantes de cortezas y torreznos.
“Esta epidemia ha provocado que China empiece a comprar cualquier parte del cerdo de forma masiva a todo Europa, lo que ha causado una gran subida del precio de la materia prima”, dice Carlos Torres, director general de Aperitivos Tapa. “Hay que tener en cuenta que nuestros competidores son todos los productos del sector del snack. Nuestra materia prima era y es una de las más caras del mercado si la comparamos con las materias primas que se utilizan para elaborar otros productos de la misma categoría. Esto supone que, para estar en el rango de precios adecuado y luchar por un hueco en la cesta de la compra, tenemos que tener un beneficio muy inferior al que tienen otros snacks. La epidemia supone reducir estos beneficios al mínimo. Por el bien de todos, esperamos que la plaga se erradique y China vuelva a la normalidad lo antes posible”, sentencia Torres.
En este sentido, la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) ha manifestado la preocupación de los fabricantes cárnicos a raíz de este incremento del coste de la materia prima. En palabras del presidente de Anice, Alberto Jiménez, “la situación es insoportable e insostenible y es necesario adoptar medidas urgentes de apoyo a los fabricantes cárnicos”.
Así, la tercera edición del Barómetro de la Industria Cárnica Española de Anice y Cajamar recogió “la fuerte preocupación del sector por el incremento de costes de la materia prima”. Tal y como se reflejaba en el estudio, debido al desequilibrio en la oferta y demanda a corto plazo y, en gran medida a raíz de la expansión de la peste porcina africana en Asia, “los precios del porcino en las lonjas se han visto incrementados considerablemente”. Por este motivo, el 13% de las empresas cárnicas resaltaba que el aumento de los costes de la materia prima es uno de los factores limitantes de su actividad.
Efectos de la peste porcina a escala mundial
Desde que en agosto del pasado año se detectaran los primeros brotes del virus en China, la enfermedad se ha extendido por el país, primer productor de cerdos, con cerca de la mitad de la cabaña mundial, situada en torno a unos 800 millones de cabezas. España, por su parte, se sitúa como tercer productor del mundo, tras EEUU. A diferencia de lo que ocurre en nuestro país, en el que priman las explotaciones de grandes dimensiones, lo que hace más fácil controlar brotes epidemiológicos, el problema de la peste porcina africana (PPA) en el gigante asiático es que la producción se realiza mayoritariamente en granjas muy pequeñas y eso dificulta enormemente el control.
Ello ha provocado una expansión de la PPA por todo el país asiático, que se ha visto obligado a sacrificar el 20% de su cabaña porcina, unos 80 millones de cabezas. El resultado ha sido una escasez de carne de cerdo en China, que ha aumentado las importaciones de otros países, en especial de España.
Según el informe de Interporc sobre el Comercio Exterior del Sector Porcino (Avance julio 2019 – elaborado en septiembre de 2019), el fuerte impacto global en los mercados mundiales de porcino, consecuencia de la amplia implantación de la peste porcina africana en China y otros numerosos países del este de Asia, “se ha traducido en una evidente alteración de los intercambios internacionales de carne de porcino, motivado especialmente por el extraordinario crecimiento de las importaciones de China”. En el caso de España, las exportaciones a China han crecido un 54,5% en volumen y un 94,9% en valor, comparando enero-julio de 2019 con igual periodo del año anterior. Además, las exportaciones españolas de porcino también han crecido en valor en todos los principales mercados destino de las mismas (Francia, Japón, Italia, Portugal, Corea del Sur, Alemania, Reino Unido, Polonia y República Checa). Estos diez primeros mercados ya representan, en valor, el 73,5% de todas las exportaciones del sector. En concreto, China es actualmente el principal cliente de España y supone el 22,4% en volumen y el 16,2% en valor de dichas exportaciones.
Ante esta situación, en España se están llevando a cabo iniciativas para incrementar la disponibilidad de materia prima porcina, como es la reciente puesta en marcha del macromatadero de Binéfar (Huesca), el mayor de Europa, con capacidad para procesar 30.000 cerdos al día. Por su parte, para hacer frente a la escasez de carne de porcino en China, según informa el diario chino South China Morning Post, algunas granjas del país están criando cerdos gigantes, que pueden alcanzar un peso de hasta 500 kilos.
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