En las últimas semanas, meses incluso, se viene pronosticando de forma oficial un descenso de la producción de azúcar a nivel mundial. El Comité de Gestión para la Organización Común de Mercados Agrícolas en su informe sobre la situación del mercado del azúcar de 26 de septiembre de 2019 auguraba, apoyándose en cifras de la Organización Mundial del Azúcar (ISO), un déficit global de azúcar de 4,76 millones de toneladas (MT) en la temporada 2019/20.
Concretamente, en su primera evaluación del balance global, el órgano intergubernamental proyectó una bajada de la producción mundial de un 2,35% a 171,98 millones de toneladas, mientras su estimación se apoyó en el hecho de que el consumo crecería en un 1,34% a 176,74 Mt.
Habría por tanto un déficit en el suministro que ya pronosticó la FAO en su informe de Perspectivas agrícolas 2017-2026. Entonces, el organismo Internacional señalaba que “desde la campaña comercial 2015, que marcó el principio de un periodo de déficit de producción, los aumentos de producción proyectados se consideran insuficientes para cubrir la demanda mundial de azúcar”.
Al parecer, el déficit puede tener su origen en varias causas. por ejemplo, en una menor producción global, sobre todo en Asia. Se espera una disminución en la superficie de caña en este continente debido a las condiciones climáticas extremas en Maharashtra, mayor estado productor de India, debido a la sequía, y en Karnataka. Algo que pueden determinar, según los analistas, una caída del 10% en la producción de azúcar.
Pero también se apunta, como causa de la escasa producción, al creciente consumo de etanol en Brasil, uno de los mayores productores de azúcar del mundo. La prima de los biocombustibles sobre el azúcar en el país sudamericano ha aumentado desde mayo. Lo que está animando a los agricultores a desviar el azúcar de caña a la producción de etanol en la región centro-sur del país. Precisamente la mayor demanda de etanol en Brasil está elevando los precios en un momento de la temporada en el que tradicionalmente suelen disminuir debido a la amplia oferta.
En los últimos años, el mercado internacional venía ofreciendo un excedente. La temporada que acaba de concluir el 30 de septiembre de 2019 también mostró un excedente de alrededor de 1,7 millones de toneladas en el mercado internacional. Pero en la próxima campaña, que se acaba de iniciar justo el 1 de octubre, los expertos auguran un déficit en la producción y, por tanto, una más que presumible subida de precios.
Según datos de la ISO (Organización Mundial del Azúcar), el mercado azucarero mundial en la última semana logró superar los 12 centavos de libra, situándose en 12,86 cts/lb. Incluso el pasado 2 de octubre alcanzó los 13 cts/lb. De hecho, si calculamos la media mensual de los precios que diariamente viene ofreciendo el ISO desde el pasado mes de abril, vemos que el precio medio es de 12,58 cts/lb.
Pero a nivel Europeo las circunstancias tampoco varían demasiado. Al parecer, según las previsiones de la Unión Europea se va a dar un stock final de campaña 19/20 bastante bajo o, lo que se denomina, “de stock ajustado”. Esto implica que Europa va a tener menos capacidad de exportación y deba acudir, además, a la importación. Ya se empieza a reflejar en la subida de las primas que piden los países exportadores para traer azúcar a Europa. Como señalan fuentes de Azucarera “hasta ahora no se ha apreciado esa subida del precio medio europeo porque ya estaban cerrados los contratos de antemano. A partir de octubre sí que se percibe esa subida”.
En España generosa producción y subida de precios
En España la caída de la producción tiene otros fundamentos. En nuestro país se cultivan en torno a 35.000 hectáreas de remolacha azucarera que, según la encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce) 2018, del MAPA, se calcula produzcan 2.870.907 de toneladas en la producción 2018.
Todos los agentes, incluidos Azucarera y Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), son muy optimistas respecto a la producción de remolacha del norte de la península: “los resultados de la primera muestra de precampaña, tomados en agosto, ya están por encima de los obtenidos la campaña pasada a finales de septiembre”, señalaban desde la empresa productora.
Asaja, por su parte, atribuye este mejor rendimiento de la producción a diversas circunstancias: “el año pasado fue muy mala; se sembró muy tarde y en malas condiciones y este año en cambio se pudo volver a sembrar en las épocas buenas y la climatología ha ayudado”.
Sin embargo, pese al optimismo en cuanto a la producción, también reconocen que ha habido un descenso de superficie cultivada motivada, según sus palabras, “por los vaivenes de la industria azucarera”. La polémica con Azucarera, el final del sistema de cuotas y el hecho de haberse saltado el precio garantizado antes de la contratación de la campaña ha provocado que haya agricultores que se han pasado a ACOR, porque ésta les seguía respetando el precio garantizado, y haya habido otros que abandonen la producción.
A los que se han quedado con Azucarera se les da un precio mínimo garantizado y un plus dependiendo del precio del azúcar en Europa y por eso ahora hay mayor vinculación de la remolacha con el precio Internacional del azúcar. Algo que hasta ahora no ocurría. “En España, ahora mismo, estamos en el límite de rentabilidad”. Según un portavoz de Asaja “el sector está estancado y un poco a la baja”.
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