Como respuesta a la polémica suscitada tras el anuncio realizado por la ministra de Sanidad Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, de la futura implantación en España del ‘Etiquetado Nutricional Frontal’ según el modelo NutriScore, el Ministerio ha aclarado que “este sistema de etiquetado frontal se implantará en alimentos compuestos por más de un ingrediente. Por ello no es aplicable ni al aceite, la leche, la miel o los huevos”, entre otros ejemplos.
Cabe recordar, que cuando la actual normativa de etiquetado nutricional comenzó a ser de obligado cumplimiento, a partir del 13 de diciembre de 2016, ya se especificaba que quedaban exentos de incluir la información nutricional: los productos sin transformar o curados que incluyen un solo ingrediente , el agua, la sal, las especias, el té, los vinagres, los aditivos alimentarios, las bebidas con grado alcohólico superior a 1,2 %, los alimentos en envases cuya superficie mayor sea inferior a 25 cm² (como mermeladas o mantequillas de hostelería), entre otros.
Además, señalan que aunque el modelo francés, ya implantado en el país vecino desde hace seis meses, será “la base de la clasificación”, desde Sanidad matizan que “en España se adaptará a la dieta mediterránea, para lo que se contará con los mejores expertos en la materia”.
El Ministerio respalda esta decisión en que “este modelo recomendado cuenta con una sólida base científica y se apoya en la normativa europea (Reglamentos 1169/2011 y 1924/2006)”. Recuerda, asimismo que además de Francia, “lo adoptarán otros países de la UE”, por lo que “España se suma a la armonización de la información nutricional frontal que se ofrece a los consumidores europeos”.
Asimismo, siguiendo la línea que explico la ministra Carcedo como argumento para la aplicación de este modelo, Sanidad se ratifica en qu “este sistema está ideado para que el consumidor elija, de entre los mismos tipos de productos que se encuentran en el lineal, el más saludable”. Con ello consideran que “mejorará su dieta y se fomenta la mejora de la composición de los productos”.
Asignación del color según el algoritmo NutriScore

El etiquetado NutriScore identifica y califica el valor nutricional de los productos alimentarios en base a su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteína, siguiendo un código de color, del verde al rojo, a modo de semáforo. Para la asignación final del color que califica al producto, se aplica un algoritmo que funciona del siguiente modo, según explica en la Fundación para el Conocimiento Madri+d, Sergio González Domínguez, del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET) de la Universidad Complutense de Madrid:
“Este sistema se basa en la atribución de puntos en función de la composición nutricional por 100 g de producto. El algoritmo tiene en cuenta los elementos considerados como ‘desfavorables’ nutricionalmente, a los que se atribuyen de 0 a 10 puntos según su composición en calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, y elementos considerados como ‘favorables’, proteína, fibra y porcentaje de frutas y verduras, a los que se les asignan de 0 a 5 puntos también según su composición. Se calcula una primera suma de los puntos correspondientes a los nutrientes ‘desfavorables’ (puntos A). En función del nivel de estos puntos A y del porcentaje de frutas y verduras, se sustrae el total de puntos favorables (puntos C)”.
The post El etiquetado NutriScore solo se aplicará a alimentos con más de un ingrediente appeared first on Sweet Press.