El gasto total de los hogares españoles en alimentación durante el periodo comprendido entre octubre 2015 y septiembre 2016 ascendió a 67.095,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,1 por ciento respecto al anterior ejercicio. Así lo revela el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) en el Informe del Consumo de alimentación en España 2016, donde explica que estas cifras son el resultado de “una menor población con una mayor proporción de hogares de menor tamaño y sin hijos”. Asimismo, la reducción del desperdicio alimentario y el mayor consumo fuera de casa también explican la menor compra de alimentos por parte de los hogares . Por otro lado, el año ha cerrado con un incremento de precios que no llega al 1% gracias a la ralentización del crecimiento de precios medios a partir del mes de agosto, momento a partir del cual se produce una mayor estabilidad en el consumo doméstico .
En cuestión de productos, “destaca el crecimiento del consumo de alimentos como los platos preparados (+4,2%), las patatas (+1,2%), la bollería, pastelería, cereales y productos navideños (+0,6%) y los frutos secos (+0,3%). Las legumbres, por otra parte, han mantenido su consumo estable en 2016”.
En el otro lado se encuentran alimentos como el aceite, la leche líquida, los derivados lácteos, la carne, el pescado, las frutas frescas, las hortalizas frescas, las frutas y hortalizas transformadas, el pan, la pasta y los huevos, en las que “se constata un descenso”.
El gasto realizado en bebidas frías fuera del hogar durante 2016 ascendió a 8.477,63 millones de euros, “que equivale a 1.977,68 millones de litros y cerca de 4.410 millones de consumiciones”, apunta el estudio. Se trata de un 25,2% de los litros de bebidas frías que se consumen fuera de casa, que, en valor, significa un 64,2% de los productos vendidos.
Además, “los datos muestran un aumento en el consumo del agua envasada y las cervezas, los vinos tranquilos con Denominación de Origen protegida (DOP), los vinos espumosos (incluido cava) y gasificados con DOP, los vinos con Indicación geográfica Protegida (IGP)” y un descenso en el caso de los vinos sin DOP/IGP, las bebidas refrescantes, los zumos y néctares, y las bebidas espirituosas.
Análisis del consumo de snacks
Como novedad, este año el Mapama también ha incluido en el último semestre del estudio el consumo de snacks. Según los datos del informe, el consumo de este tipo de productos fuera del hogar durante el segundo semestre de 2016 tuvo lugar fuera de los momentos principales (desayuno, comida y cena), es decir, se corresponde con un consumo entre horas. El 45% de las ingestas se realizaron por la tarde, el 28,5% durante el día (lo que implica un consumo repetido de varias veces en el día) y el 17,3% antes de de la comida.
La estructura de consumo por tipos de snacks es diferente dependiendo de si el consumo tiene lugar dentro o fuera de casa. En este sentido, fuera del hogar se consumen más patatas fritas (42,5% del volumen total de snacks), otros snacks salados como extrusionados (17,9%) y chicles/caramelos/golosinas (19,1%). Por el contrario, dentro del hogar tienen mayor relevancia los frutos secos, que suponen el 46,9% de los kilos comprados de total snacks, y chocolatinas/chocolates, con un 24,9% del volumen.
Con respecto al consumo por días de la semana, el 56,9% de las ocasiones de consumo de snacks tienen lugar de lunes a jueves, mientras que el restante 43,1% se realizan de viernes a domingo. El viernes es el día de la semana que más ingestas de snacks recibe, en concreto el 16,9% del total ocasiones, seguido por los jueves (15,8%), sábados (15,7%) y lunes (14,2%).
Sube la compra online, pero el supermercado es el canal de compra preferido
Tal y como indica el estudio anual del Ministerio, el supermercado sigue siendo el canal de compra preferido por los consumidores, con un 45,1% del total de las compras de productos de alimentación. Sin embargo, en el caso de los productos frescos, las familias eligen los establecimientos especializados. Además, se mantiene la tendencia en los factores que influyen a la hora de elegir un comercio u otro: la calidad, la proximidad y los buenos precios aparte de las ofertas, son los principales condicionantes a la hora de llenar la despensa.
Cabe destacar la fidelidad de las familias españolas a las marcas: “un 60,3% de los consumidores declara comprar siempre las mismas enseñas de alimentación”. Además, un 32,7% busca la más barata dentro de unas determinadas marcas y un 6,9% reconoce que prefiere comprar productos más baratos aunque la marca no sea conocida. Por sexo, los hombres son más fieles a las marcas que las mujeres. Por edad, los mayores de 40 años son los más fieles y los más jóvenes los menos.
El e-commerce se sitúa en un 1,1% del volumen total de compras totales de alimentación para el hogar, por lo que desde el Mapama señalan que se trata de “un canal con alto potencial de desarrollo, teniendo en cuenta además su baja participación dentro de los productos frescos”.
El panel incluye además, una visión del consumo y del gasto por Comunidades Autónomas. De estos datos se desprende que por encima del consumo medio per cápita (662,6 kg/l) se sitúan, entre otras, Asturias (709), Islas Canarias (706,8), Castilla y León (672,3), Galicia (670,5) y Aragón (666,4), en tanto que La Rioja (545,7), Comunidad de Madrid (560,4), Cantabria (588,6) y Andalucía (612,3) son las que reflejan menor consumo. En cuanto a la evolución del gasto, cuya media en España es de 1.528,4 euros, las Comunidades que destacan son Asturias (1.678,9), País Vasco (1.660,3) y Cataluña (1.622,9). Por su parte, Andalucía (1.295,1), Extremadura (1.304,4), Región de Murcia (1.334,2) y Castilla La Mancha (1.340,2) son las de menor gasto per cápita.
Disminuye un 6% el desperdicio alimentario
A pesar de que el consumo en los hogares españoles ha ascendido ligeramente, las familias de nuestro país desecharon 1.245,9 millones de kilos de alimentos entre octubre y septiembre de 2016, lo que supone un descenso del 6% con respecto al mismo periodo anterior. Se trata de un descenso de 80,1 millones de kilos de residuos, razón por la que “se constata la concienciación de las familias en la lucha contra el desperdicio alimentario”, subrayan desde la administración pública.
El informe también revela que solo se tira a la basura el 4,3% de los alimentos que se compran, y que, de estos, el 85,6% son alimentos sin procesar (es decir, que no se cocinan y se tiran tal cual se compraron). En este apartado, destaca la reducción en los desechos de verduras, hortalizas y pan, aunque suben los desperdicios de frutas que no se consumen y que van directas a la basura tras su compra.
El resto, el 14,4% del total de los desperdicios alimentarios, se corresponde con platos cocinados, sobre todo los de base legumbre, los platos base carne y las sopas, cremas y purés, que son los más desechados. “Con la excepción de los platos de base verdura y platos base carne, se reduce la cantidad de recetas tiradas a la basura, constatándose también en este caso la mayor conciencia sobre estos temas por parte de los hogares”, explican desde el Mapama.
The post El gasto de los españoles en alimentación se mantuvo estable en 2016, alcanzando 67.095,5 millones de euros appeared first on Sweet Press.