DN.- ¿Qué balance realizan desde Produlce del mercado de caramelos?
Los caramelos han demostrado ser una industria consolidada y de marcada fortaleza. En los últimos ejercicios, hemos confirmado la recuperación de este sector tras una ligera tendencia descendente. Con respecto al conjunto de la industria española del dulce, el sector de caramelos y chicles representa el 15,4%, según cifras del último informe de Produlce. En este sentido, conforme a las cifras del último ejercicio cerrado, 2015, este segmento alcanzó en el mercado nacional un volumen superior a los 120.000 t, un 7,4% más que el año anterior, con una producción total de 264.448 t, de las que 143.838 t, (54%) se comercializaron en mercados internacionales. Estos datos consolidan la apuesta de los fabricantes de la categoría por la internacionalización.
En valor, se detectó un crecimiento del 1,5%, liderado por las ventas en el mercado nacional (+6,9%).
DN.- ¿Cómo describiría la evolución del mercado nacional?
El sector de caramelos en España está consolidando su potencial, gracias a su capacidad de adaptación a las necesidades y gustos del consumidor, a su carácter exportador e innovador y a su calidad y variedad. Todas estas características le confirman como un actor protagonista y de futuro. Las expectativas de la categoría para este ejercicio son positivas, a pesar del entorno de intensa competitividad y la relativa incertidumbre acerca de algunos aprovisionamientos, principalmente del azúcar, que afronta su última campaña bajo el sistema de cuotas de producción europeos. Estoy segura de que, con el esfuerzo constante e incansable de los fabricantes, el segmento conseguirá mantenerse con grandes resultados y con los niveles de exigencia más elevados.
DN.- Dentro del segmento de caramelos, ¿cuáles son las categorías que mejor y peor evolución han registrado?
Los datos del último Informe de Produlce revelan una cuota para el caramelo duro del 22,6% en volumen y del 39% en valor. El caramelo blando supone, en contraposición, un 77,4% en volumen y un 61% en valor. Estas correlaciones volumen valor encuentran su principal explicación en el continuo desarrollo del segmento de caramelo para adulto, dentro de la categoría de caramelo duro, donde se lanzan continuamente productos de mayor valor añadido.
Si atendemos a la facturación por categorías, la primera posición sería para caramelos de goma, seguidos de regalices, balsámicos, resto de caramelos y comprimidos. Un poco más lejos se sitúan los caramelos con palo, masticables , toffees duros y marshmallow.
DN.- La industria española exporta más de la mitad de sus productos, ¿cómo ha sido la evolución del mercado internacional?
Del total del sector de caramelos, casi la mitad de sus ingresos (48,8%) viene del exterior y destina un 65% del volumen la exportación. En cuanto al destino, el principal receptor es la Unión Europea, siendo Francia, Reino Unido, Portugal y Alemania los mercados más destacados. Fuera de la UE nuestro socio habitual, Estados Unidos valora especialmente nuestros productos, aunque también son destacables países como Israel, Jordania o Canadá.
DN.- ¿Qué lugar ocupa la industria española de caramelos a nivel internacional?
El peso de la industria española de caramelos a nivel internacional es destacado, lo que nos sitúa frente a un sector altamente generador de empleo con un elevado número de fábricas en todo el territorio nacional. España es el segundo productor y exportador de caramelos y chicles de la Unión Europea, por detrás únicamente de Alemania, y delante de Reino Unido, Francia, Italia o Países Bajos; presentando, además, una evolución mejor que estos países.
Además, si nos centramos en el comercio internacional, España ocupa de nuevo la segunda posición, tras Alemania. En este sentido, cabe destacar que los germanos exportan un 40% de su producción, mientras que en nuestro caso supone el 65%. Esta fortaleza se consolida atendiendo a su evolución en los últimos seis años, registrando un incremento desde 2008 cercano al 25%.
DN.- ¿En qué aspectos están innovando las empresas españolas de caramelos?
La importancia de la innovación es clave en la competitividad y el futuro del sector y sus empresas. El consumidor es el motor principal de la apuesta innegable por la I+D+i por parte de nuestras compañías. Y es que el cliente de este tipo de productos no suele ser muy fiel y tiende a sentirse atraído por las novedades tanto en producto como en packaging. Por ello, resulta fundamental lograr una innovación constante que permita a la población percibir la calidad y variedad de nuestros productos. Así, podemos ver una gran diversidad de gamas, presencia de productos con valor añadido y capacidad de diferenciación. Las empresas del sector trabajan en nuevas texturas, sabores, formatos, envases, colores, etc., y se adaptan a los requerimientos y preferencias de la sociedad.
DN.- ¿Qué papel desempeña el Canal Impulso dentro de las ventas de caramelos?
Sin duda, por el tipo de consumo de estos productos, que es ocasional, con un perfil indulgente, de ocio o placer puntual, el Canal Impulso constituye un punto clave en la venta. Tal es la relevancia que actualmente supone aproximadamente una cuarta parte de las ventas totales y, por ello, las empresas lo tienen muy en cuenta en sus estrategias de negocio y venta. Eso se nota en la adaptación a cada uno de los canales y diferentes targets a los que se dirigen.
DN.- ¿Qué futuro inmediato le auguran a este sector desde la asociación?
A corto plazo, es importante atender al consumidor adulto, que actualmente supone un tercio de los ingresos generados del sector. Los formatos, sabores y cualidades han de ser orientados a los gustos y necesidades de este target, que se caracteriza por su exigencia, especialmente en cuanto a calidad y aportes nutricionales.
En este sentido, es muy importante orientar los productos hacia la tendencia global de lo natural, con formulaciones basadas en ingredientes naturales; gamas sin azúcar, que en el caramelo duro ya suponen el 55% de la facturación nacional; sin alérgenos e, incluso, con la adición de vitaminas y componentes funcionales, que aporten un extra al consumo.
La industria española del dulce y la de caramelos y chicles, en particular, son activos relevantes en la economía del país por su fortaleza y capacidad de crecimiento. Su apuesta constante por la innovación, su carácter exportador y empleador y la calidad y variedad de sus productos, le confirman como un sector de futuro.
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