La historia de Capritxos comenzó hace 30 años en Torredembarra (Tarragona), de la mano de un matrimonio local. En el año 2010, esta pareja decidió traspasar el negocio y, desde entonces, Bartolomé y sus hijos Eloi y Jaume se hacen cargo de la tienda de golosinas.
Bartolomé cuenta a Noticias al Detalle como tuvo que “reciclarse y aprender todo lo que supone llevar un negocio que está abierto 365 días al añ
o”. Más tarde, Eloi y Jaume se unieron al proyecto “para ponerse al frente de las ventas conmigo”, comenta Bartolomé.
Capritxos, situado en la calle Pere Badia de la localidad de Torredembarra, presta especial atención al servicio a los clientes, “es uno de los principales valores de nuestro negocio”. Además, la calidad de los productos y su rotación “hace que en Capritxos, las golosinas estén siempre tiernas y buenísimas”.
En línea con su filosofía de atención al cliente, se enmarca su gama de productos sin gluten. “Cada día se demandan más y nosotros queremos contentar a nuestros clientes”. Además, también cuentan con una selección de golosinas sin azúcar, lactosa y huevo, “porque las golosinas tienen que estar al alcance de todos”.
Una oferta variada
El establecimiento de Bartolomé tiene todo tipo de golosinas, caramelos, frutos secos, helados, bebidas y, cuando llega el frío, amplía su oferta con bombones. Además, disponen de pequeños juguetes para satisfacer las demandas de los más pequeños y que renuevan según las tendencias que marca el mercado.
“Desde Capritxos ponemos especial atención a las campañas de Navidad, Semana Santa y Los Santos”. En referencia a la primera, ponen a disposición del consumidor una amplia gama de chocolates; en Semana Santa destacan las “monas de golosinas” y, por último, en el día de Todos Los Santos elaboran los típicos “panellets”.
Bartolomé ha destacado que en general “se vende todos los tipos de productos que ofertamos, aunque destacamos la venta de golosinas a granel debido a la amplia selección con la que contamos”.
Además, Capritxos está al tanto de las últimas tendencias por lo que han comenzado a especializarse en la elaboración de tartas personalizadas en función de los gustos del cliente, centros de mesa, ramos y muchos otros artículos.
Las principales marcas con las que trabaja Capritxos son Vidal Golosinas, Ceconsa, Haribo, Aspil, Grefusa, entre muchas otras.
En lo referente al público de Capritxos, Bartolomé nos detalla que “al ser un comercio abierto hace más de 30 años, nuestros clientes ya han saltado generaciones. Han pasado de venir a comprar con sus padres, a hacerlo con sus hijos”. La clientela habitual son los más pequeños, además de adultos y turistas.
Impulsando el futuro
A pesar de que las ventas han bajado en estos últimos años debido a la crisis económica, desde Capritxos se muestran muy agradecidos a sus clientes locales: “siguen siendo muy fieles y estamos satisfechos con ellos”.
En 2017, “esperamos seguir en la misma línea, manteniendo el negocio día a día, sin desánimo y con la ilusión de captar nuevos clientes, ofrecer productos innovadores y reinventarnos continuamente”, indican como solución a mejorar el Canal Impulso que, en los últimos tiempos, “ha sufrido mucho debido a la situación precaria de las economías familiares”, concluye Bartolomé.
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