DN.- ¿Qué tipo de bebidas se vende más en el Canal Impulso?
El Canal Impulso está demostrando ser muy bueno para las bebidas energéticas. De hecho, este segmento supone un 10% del mercado total de bebidas en este canal, cuando en el resto del mercado en general, suponen un 3% del total del mercado de bebidas. Esto se debe, principalmente, al tipo de consumidor que adquiere productos en este canal, ya que mayoritariamente es gente joven. También mención destacada merecen los refrescos, que junto a las energéticas e isotónicas son los principales protagonistas de este canal.
DN.- ¿Hay alguna bebida que en el último año haya adquirido especial relevancia?
Las aguas vitaminadas Vitamin Well están adquiriendo mayor protagonismo en los puntos de venta, también aguas de coco, pero todavía son minoritarias respecto al resto de bebidas. La experiencia de otros países europeos nos permite poder prever que esta tendencia irá en auge, ya que este tipo de bebida funcional ya está muy desarrollada en otros países europeos. Por ejemplo, en Suecia, país creador de las aguas Vitamin Well en 2008, estas son más relevantes que otros refrescos con gran implantación en España.
DN.- ¿Cuáles han sido las categorías que más han crecido en el último año?
Se perciben crecimientos mayores en las categorías de bebidas energéticas y de tónicas, tanto en 2015 como en 2016. El repunte de las tónicas se debe al auge de los gin tonics, el rey del combinado en los últimos años. De hecho, entre 2009 y 2015, según la empresa británica de análisis de datos sobre bebidas alcohólicas The IWSR, el consumo de ginebra en España aumentó en cinco años un 33,9%.
El resto de categorías están estancadas, sin presentar grandes crecimientos, aunque en general, podemos decir que el año 2016 fue bueno para las bebidas.
DN.- ¿Cuáles son las perspectivas actuales y futuras del Canal Impulso?
Después de grandes crecimientos en la confianza del consumidor, de repente, tras las fiestas navideñas, parece que el consumidor se ha parado, probablemente influido por el clima, sin embargo, si comparamos las cifras de consumo con las del mismo periodo del año anterior no parece que sea ese el único motivo. En febrero se ha mantenido el mismo comportamiento. Los dos últimos años han sido muy buenos para las bebidas y puede ser difícil llegar a alcanzar esos niveles récord, aunque esperemos que la llegada del buen tiempo ayude a registrar mejores datos.
DN.- ¿Qué porcentaje del total supone la distribución de bebidas para Don Pin?
Actualmente, tenemos una fuerte implantación en la Comunidad de Madrid y zonas aledañas. Pero tenemos previsto ampliar este año la distribución a Sevilla. Para nosotros, las bebidas tienen una importancia primordial, ya que el 70% de la facturación de Don Pin corresponde a este sector, principalmente refrescos, aguas, zumos y cervezas.
DN.- ¿En qué medida apuestan los fabricantes por la innovación?
Innovación en bebidas hay poca. Cada vez es más difícil introducir novedades en grandes superficies por el alto coste que supone. De hecho, si Mercadona no te coge el producto, ya estás perdiendo el 25% del mercado.
Lo más novedoso es la variedad de sabores, sobre todo en energéticas, y los nuevos cafés fríos para llevar, que también están registrando buen comportamiento.
DN.- ¿Cómo ve el reciente anuncio de una subida de impuestos para las bebidas azucaradas?
El impuesto de azúcar va a ser un palo tremendo. En Francia, existe desde el año 2012 con resultados positivos. En este caso, la tasa implica el pago de 0,72 euros por litro para los refrescos. Dinamarca también puso en marcha un impuesto a los refrescos. Aunque, según el medio digital Bolsamanía, sólo duró 15 meses. Según los cálculos, apenas un 7% de la población cambió sus hábitos y por el camino se perdieron 1.300 empleos en la industria.
En Hungría, desde 2011, todos los alimentos y bebidas asociados con la obesidad pagan más impuestos a través de un IVA especial del 27%. Ha disminuido el 30% el consumo de caramelos pre-empaquetados, un 22% en bebidas energéticas y un 19% en refrescos. En México, ha habido un retroceso del 12% en la venta de bebidas azucaradas y un aumento del agua de un 4%.
El último en sumarse será Reino Unido, que pondrá en marcha su programa fiscal antiazúcar en 2018. Gravará por un lado las bebidas con más de 5 gramos de azúcar por cada 10 mililitros y, por otro lado, las de más de 8 gramos de azúcar, que afectará sobre todo a las bebidas deportivas e isotónicas.
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